Las cáscaras de huevo poseen un alto contenido de calcio, sin embargo estas son desechadas. Éstas pueden ser transformadas a micropolvos y ser una alternativa para incrementar el contenido de éste mineral en los alimentos, por ejemplo en el yogurt.
Su alto contenido en carbonato de calcio y otros constituyentes minoritarios como hidróxido de calcio, carbonato de magnesio, fosfato de calcio, sustancias orgánicas y en su membrana proteínas como el colágeno y el ácido hialurónico, la hacen una materia prima única y polifuncional.
El principal beneficio de la cáscara de huevo tiene que ver con nuestros huesos, su consumo puede ayudar a prevenir la osteoporosis e incluso estimula a la médula ósea para producir células que ayuden a combatir altos niveles de colesterol e hipertensión.
La composición de la cáscara, de carbonato de calcio, facilita esta función. Las cáscaras de huevo funcionan como un abono económico y natural que te permitirá cuidar mejor tus plantas, ya sea las que tengas en el jardín o en las macetas, sin olvidar el césped.1