Un truco genial para que tus sartenes luzcan como nuevas

Es habitual que las ollas, un utensilio elemental a la hora de cocinar, se deterioren con el tiempo. Pese a que la parte interior es más fácil de lavar con un poco de detergente y una esponja, lo externo es un reto diferente. Todo esto tiene que ver con los años de uso, la exposición con el calor y el contacto con los alimentos, sobre todo con aquellos más grasos. Aunque muchas veces puede seguir usándose sin que se genere un problema para la comida, a la vista se ven sucios. Es por eso que existe un truco para resolver esta cuestión.

Cuando las ollas se queman y se deterioran por el paso del tiempo, se vuelve muy difícil volverlas a dejar en buen estado. Aunque existen productos de limpieza tradicionales, hay otras alternativas con ingredientes caseros que aseguran buenos resultados, para lograr que el utensilio se vea como nuevo. Para ello, solamente se necesita vinagre blanco y bicarbonato de sodio.

Cabe destacar que el vinagre  gracias a las notables propiedades desinfectantes y desengrasantes que lo distinguen, incluso, entre otros productos disponibles en el mercado. Además, representa una opción más ecológica, dado que se produce mediante un proceso de fermentación natural y es completamente biodegradable.

Por su parte, debido a su capacidad para neutralizar olores, disolver la grasa y la suciedad, suavizar el agua y su seguridad ambiental. Se trata de una sustancia no tóxica, efectiva en una variedad de tareas de limpieza, desde la cocina y el baño hasta la ropa y las alfombras, convirtiéndola en una opción versátil y segura para mantener un hogar limpio y fresco.