Si bien esta posición suena muy interesante, lo cierto es que, en ocasiones, puede llegar a ser dolorosa y poco placentera. Para disfrutarla al máximo es importante reconocer los límites y aumentar la intensidad de forma gradual.También, recomendamos mantener una buena comunicación entre ambas personas para saber qué les gusta y qué les molesta. Si lo hacen bien, lo más probable es que gocen de los siguientes beneficios:
Aumenta la probabilidad de tener un orgasmo. De acuerdo con los movimientos y la potencia, es posible estimular diferentes puntos. Además, permite la posibilidad de acariciar las zonas erógenas, como el clítoris o el pene, con las manos.Permite alimentar las fantasías sexuales. Esta posición permite dar rienda suelta a los juegos eróticos, que avivan la llama de la pasión.
Eleva la excitación. Quien está por detrás tiene una visión absoluta de la penetración, lo que resulta muy excitante. Asimismo, el sentido de la vista y el tacto de sus manos con el cuerpo de su pareja pueden seducirlo desde un ángulo muy sensual.Brinda libertad para expresarse. La persona que recibe la penetración puede relajarse y hacer todas las expresiones que surjan de este momento tan placentero sin que vean su rostro.
Brinda libertad para expresarse. La persona que recibe la penetración puede relajarse y hacer todas las expresiones que surjan de este momento tan placentero sin que vean su rostro.